Monday, March 25, 2019

El suelo donde habito es áspero y frío.
De noche las bestias acechan para comer de mí
y de día huyó de mi propia carne que se devora a si misma.
Persecución y presidio hora tras hora sin calma, sin tiempo para el cielo, sin tiempo para el sueño. Sin tiempo para el agua.

Un día vendrá el alivio
-supongo-
Mientras, sólo será el silencio para aguzar nervios y crispar tendones.
El viento traerá el aviso del próximo encuentro.